Persiguiendo su mirada me adentré en el mundo del cine, haciéndome creer que todos los actores serían maravillosos y todas las películas fantásticas. Más tarde supe que era él, insólito, hermoso y penetrante, quien lo hacía posible . Lo encontré siendo muy niña y qué fortuna recorrer mi vida con él y su trabajo. Su carcajada al borde del precipicio irá siempre conmigo.
1 comentario:
Morre un mito, se é que os mitos morren. Creo que nunca existiu un home mais fermoso (igual algún perdido en África, que nunca coñeceremos)
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