lunes, 8 de septiembre de 2008

Cruce de caminos


En el colegio aprendimos a solucionar ecuaciones matemáticas. Signos aritméticos se abrían ante nuestros ojos inexpertos, y a base de esfuerzo y dedicación, adquiríamos una metódica para dar identidad a la suplicante X que no sabía la pobre por dónde le venía el aire. El mundo está lleno de ecuaciones que flotan en el aire, y en cada una de ellas se materializa una vida entera. Nuestras experiencias se acumulan en números que se suman y restan cerrados en paréntesis, que se multiplican por acontecimientos y que a veces se dividen. En el medio, una frágil X abrumada por tanto enredo. Una incógnita que no halla solución. Creemos conocer su identidad en un borrador inicial, que se diluye con el primer golpe de realidad. Quizás nos lleve tanto como la vida encontrarla y saber quién somos, porque las nubes cambiantes hacen sombra en el camino y la ecuación se vuelve a veces oscura e insondable. Creo que esta travesía es nuestro mejor viaje, y vale mucho la pena vivir siendo una X nutrida por el cariño de los nuestros, lanzada al mundo y que busca, en definitiva, acabar por conocer su identidad. Hagámoslo entre todos antes de que el cielo se acabe despegando. Feliz de encontraros en el camino.

1 comentario:

A Raíña Vermella dijo...

Seguiremos os resultados destas ecueción con interese. Bicos dende o Espello.