
¿Ves el mar ahí a lo lejos? si sigues la corriente y te dejas llevar, llegarás a casa..
El cielo, por viejo y por cansado, comenzaba a despegarse por los bordes..

Llegaste un otoño y te marchaste en verano. Yo te conocí un invierno de temporales en el que se hacía difícil salir de casa. Hacía tiempo que cantaba il cielo é sempre piú blu y me sabía tu nombre, solo eso. Hace unos meses me llamaste, me gritaste con fuerza. En youtube te encontré, tiré del hilo y fueron saliendo canciones esculpidas en el mármol blanco de aquellos genios que te pasaron el testigo. Pronto supe más de ti. Naciste en Calabria, en Crotone, y de niño te fuiste a vivir a Roma por el trabajo de tus padres. A ti te gustaba el teatro, y puedo imaginarte haciendo de Estragón como tú nos contaste. Abriste la mano a la música para acercarnos la vida. En tus canciones geniales encuentro la esperanza de que pase lo que pase, las cosas tienen sentido. Interpreto tu música como la vida que fluye, de forma natural, y lo veo a través del río de la ironía, de lo absurdo, de elementos sencillos de los que te vales para construir un mondo diverso en el que todo tiene sentido, con tu sombrero de copa. Encontraste tu espacio en la sociedad italiana de los setenta siendo tú mismo y con el valor, o la naturalidad, de analizar lo que veías. Todo lo que cantabas entonces está ocurriendo ahora y tu legado rompe con la fuerza de las olas, casi treinta años después de haberte perdido. Me pregunto cómo sería la actualidad italiana si estuvieras con nosotros. Muy distinta. Serías la voz de la cordura y del sentido común, y todos estaríamos locos por ti y seríamos más felices. Y seguirías tan hermoso. Te fuiste a México y te interesaste por su cultura y su lengua, y de forma majestuosa nos regalaste tu introducción al castellano en algunas de tus canciones.
Decía Borges que la amistad no necesita frecuencia, el amor sí. Entonces, yo debo de tener unos cuantos amantes
El vendaval atmosférico ha dejado una total desubicación cosmológica de sentimientos que comienzan a cargarse de electricidad. Donde tendría que estar el amor hay continuas rupturas dialécticas. Donde debería encontrar un desahogo crecen lagunas creativas. En oleaje también está llegando la moda de una entonación al lenguaje para enfatizar retahílas, exprimida por algunos medios de comunicación (a dónde vas, manzanas traigo) que se me hace molestísima, casi tanto como el graznido que emiten los platos del comedor cuando los asesina el serrucho del cuchillo. Se clava en las encías y estalla los tímpanos .
Probablemente Dios no existe. Deja de preocuparte y disfruta de la vida. Lo primero que me llamó la atención de la frase fue su construcción gramatical, suena mal. (La versión inglesa se ve mucho más acabada). De ella se concluye que los creyentes viven preocupados como seres potencialmente pecadores, o bien los ateos consideran que creer en Dios conlleva una serie de restricciones que no dejan ser feliz.